Las películas de escapadas adolescentes cada vez son más comunes, sobre todo en Hollywood. Supongo que esto se debe a los cambios que la sociedad desarrollada va sufriendo. Los jóvenes van más a su bola, los padres pasan menos tiempo con ellos y, a su vez, ambos están más de la olla.
Con todos estos hechos, es medio entendible que los unos quieran escapar de los otros, sobre todo los jóvenes que, al fin y al cabo, ven a sus padres como esas personas que les prohíben hacer las cosas que les apetecen y cohíben su intimidad y relaciones con los demás.
The Kings Of Summer nos muestra a la perfección algunos ejemplos de lo que estoy hablando. Tres chavales hartos de sus vidas, de la poca empatía que sienten con sus familias y con muchas ganas de vivir su vida deciden abandonar sus casas a lo Hacia Rutas Salvajes (2007) o Moonrise Kingdom (2012) y fabricar su propia cabaña en la espesura del bosque donde nadie les pueda encontrar.
Las comparaciones son siempre odiosas, y más en este caso porque The Kings Of Summer es una buena película, que se disfruta de principio a fin, pero no se puede comparar con las citadas en el párrafo anterior. Y no sólo por la calidad, sino porque el tono se sitúa entre ambas: no estamos hablando ni de un dramón como Hacia Rutas Salvajes ni de una comedia como Moonrise Kingdom. El filme tiene cosas de ambas y esa moralina final que tanto gusta en Hollywood.
El grupo de chavales que interpretan a los personajes principales está en su salsa y vale mucho la pena conocer al típico secundario robaescenas que es Biaggio, tan divertido y a su vez entrañable.
En términos globales, The Kings Of Summer reúne todas las características de una buena película, entretenida y recomendable para todos los públicos. ¡Ah! y una gran banda sonora.
Puntuación: 7.5/10
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